Rolando Sebelén
En República Dominicana la historia del Boliche no podría escribirse sin el nombre de Rolando Sebelén que se convierte en el primer inmortal de ese deporte culminando así una gloriosa carrera de 50 años dedicados a esta disciplina como jugador, entrenador, dirigente y propulsor.
Inició la práctica del boliche en el año 63 en Puerto Rico donde más tarde se convirtió en el primer jugador en tirar un juego perfecto, siendo el segundo bolichero en hacerlo en un campeonato mundial, hazaña que logró en el mundial de Abu Dabi.
Sus primeros lauros internacionales comenzaron en 1970 cuando, con promedio de 221 pines derribados, se corona campeón en sencillos y dobles en un invitacional celebrado en Maracaibo, Venezuela. Un año más tarde logra su consagración al conquistar medalla de oro en parejas con Charlie Díaz, en el Campeonato Mundial de Bolos de Milwaukee, Estados Unidos, evento donde establecieron una marca continental siendo la única medalla de oro masculina en un mundial.
En 1973 compite en el Campeonato de Las Américas que tuvo lugar en Miami, y en ese evento ocupa el segundo lugar, siendo subcampeón en sencillo.
Logra un récord mundial en pareja en un partido con 487 pines derribados, también marca de pareja para seis partidos con 2,520 palos y clasificó a la final del evento. En el Torneo de Las Américas, Miami ’73, obtuvo plata en individual y bronce en pareja con Paco Rosa. Ganó presea de bronce en el Mundial del 74 disputado en Venezuela.
Otra relevante actuación fue lograda en el Mundial del 75 en el Reino Unido (Inglaterra). Gabnador de la Medalla de Oro en el Campeonato Panamericano (FIQ Wichita E.U.A.), venciendo en las finales al equipo más poderoso de los Estados Unidos. Sebelén encabezó el equipo dominicano, integrado además por sus hijos Rolly y Rolando Antonio y por Miguel Ventura.
Fue campeón en parejas con Rolly Sebelén, en el Torneo de Lás Américas de Miami, en 1986. Medalla de Oro por equipos en el torneo Wichita, Estados Unidos, lanzando un 300 en el 87. Tiró juegos pefectos en el Panamericano del 88 en Santo Domingo y otro 300 en los Centroamericanos y del Caribe Maracaibo 98, en Venezuela.
En el 86 hace pareja con su hijo Rolly Sebelén, y ganan el título en parejas del Torneo de Las Américas que se jugó en Miami. Regresa a los primeros planos en 1989 cuando entró a los libros de récords por equipos de la Federación Internacional de Boliche al derribar 6180 pines en seis juegos, junto a Rolly, Miguel Santos, Miguel Ventura y Antonio Sebelén.
También logró un 300, su segundo en cuatro mundiales, en la cita universal de los Emiratos Árabes Unidos. Es exaltado a la inmortalidad deportiva por el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, en el XLVII Ceremonial celebrado en el auditorio Pabellón de la Fama ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.