Alonzo Thomas Perry
Alonzo Perry nació el 14 de abril de 1923, en Birmingham, Alabama, Estados Unidos.
Perry debutó en el béisbol dominicano vistiendo la camiseta de los Tigres del Licey, el 11 de julio de 1951, en un partido frente a los Leones del Escogido, en el cual bateó de 4-0, para única ocasión que no conectó de hits durante esa campaña.
A partir de ahí, hilvanó una cadena de 27 juegos seguidos bateando de hits, récord vigente en la liga dominicana hasta la temporada 1995-96 cuando el intermedista Domingo Cedeño de los Azucareros, hoy Toros del Este hilvanó una racha 30 juegos consecutivos siendo la marca de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) en estos tiempos.
Perry es considerado -70 años después- como el mejor jugador extranjero que haya jugado en el béisbol profesional criolla en su historia, precisamente, de 70 años.
‘Su Majestad’, como fue llamado por la prensa especializada, lideró y mantiene la marca de más carreras empujadas en una temporada con 53, hazaña lograda en la estación 1953.
Perry encabezó a todos los bateadores en promedio durante 1954 con average de .336; en las campañas 1952 y 1953, obtuvo los lideratos de jonrones con 11 en cada ocasión. Compartió las carreras anotadas en 1954 con 29, junto a Bob Thurman, ambos con 29. En los años 1952 y 1953 encabezó en vueltas remolcadas con 38 y 53, respectivamente.
Mantuvo por muchos años la marca de más jonrones de por vida con 49 hasta que Ricardo Carty le rompió esa distinción. Jugó con el Licey entre 1951 hasta 1957-58. En 1958-59 militó con las Estrellas Orientales en su última temporada.
Perry jugó 8 campañas en la Liga Dominicana, en las que jugó 378 partidos, 1,430 turnos, 218 carreras anotadas, 252 empujadas, 443 hits, 72 dobles, 18 triples, 49 cuadrangulares, 157 bases por bolas recibidas, 42 robos, 106 ponches y promedio de bateo de .310.
El pelotero norteamericano jugaba la inicial y ocasionalmente defendió la antesala y fungió muy brevemente como lanzador. Era un jugador que tiraba a la derecha y bateaba a la zurda.
Perry recibió la bendición para ser exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano durante el ceremonial celebrado en 1995.
El ex atleta sepia murió en agosto de 1982, en su natal Birmingham, Alabama.
A través de su carrera en República Dominicana, Perry dejó huellas imperecederas en los corazones de toda la fanaticada nacional que disfrutó ampliamente de su brillante forma de jugar y esos mismos fanáticos de aquella generación sufrieron la noticia de su fallecimiento al enterarse de la misma.