Carmita Lugo nació en Santo Domingo, República Dominicana, en 1920.

Lugo ascendió rápido en el deporte de voleibol, en cuyo segundo campeonato, para 1934, ya era toda una figura de primer orden de la disciplina.

La ACD organizó un campeonato de primera categoría ese año de 1934. En el participaron los sextetos Altagracia, Atenas, Oriente y San Carlos. Carmita Lugo militaba en el Oriente (integrado por primas, y el dirigente Víctor Lugo, hermano de Carmita).

Carmita resultó electa como miembro del equipo ‘Todas Estrellas’, junto a Mercedes -Cherín- Lugo, Luisa Estévez, Carmelita Sanabia, Esperanza Pacheco, Lesbia Matos y Tatán Velásquez, nombrada como ‘mejor atleta’.

En 1935, la ACD seleccionó a Carmita Lugo como ‘mejor jugadora del campeonato’ de ese año, tras una serie entre San Carlos y el Altagracia, que ganaron las primeras en un máximo de nueve juegos de un 9-5. Ella jugó para San Carlos, que obtuvo el cetro.

Luego, pasó al Atenas para el campeonato de 1936, al que ayudó al título en una serie al mejor de un 11-6 y que terminó para las atenienses en siete encuentros.

Lugo jugó para la Universidad de Santo Domingo, en compañía de Onaney Sánchez, Alicia Cruzado, Gracita Alsina, Patria Trujillo y Lucita de la Huerga, entre otras.

Entre 1938 y 1942, el voleibol femenino sufrió una inercia que limitó su accionar y cobró vida para los festejos del Primer Centenario de la República, en 1944. Y allí estuvo Carmita Lugo en calidad de capitana del seleccionado nacional.

Carmita exhibió sus grandes dotes en los V Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, en 1946, y ayudó al país a conquistar la medalla de oro. Fue la capitana del sexteto.

Antes, lució esa calidad durante el campeonato local de 1946, en el que vistió la camiseta del ‘Estrellas de la Ciudad’, frente a las ‘Estrellas del Interior’. Ella actuó para las capitaleñas, que ganaron por 6-4 sus enfrentamientos para la corona.

Carmita jugó por última vez en el nivel de mayores en 1948, para San Carlos, en el torneo en que accionaron Licey y Atenas. Las sancarleñas fueron eliminadas al no obtener triunfos en seis salidas y sus jugadoras más importantes distribuidas a los demás equipos. Lugo optó por no seguir jugando ante la nueva generación de atletas que habían surgido.

Carmita Lugo resultó electa al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano durante el ceremonial de 1965 y fue la primera atleta de esa disciplina en lograr la distinción.