Enrique Rivera Vives
El reverendo Enrique Rivera Vives nació en San Juan, Puerto Rico, el 15 de julio de 1898, y llegó al país en misión de evangelización, en 1925.
Rivera Vives, acogido como pastor de la Iglesia Evangélica Dominicana, en República Dominicana, durante el período de 1926 a 1942, prestó sus servicios religiosos en Santo Domingo y San Francisco de Macorís.
Después de los días posteriores al ciclón de San Zenón, en 1930, organizó la práctica del voleibol entre los equipos Pindú, Santo Domingo, Bomberos y Singer; así como introducción en Baní, La Romana y La Vega.
Rivera se convirtió en el primer hombre en invitar a un presidente (Rafael Estrella Ureña) a realizar el saque de honor en un partido de voleibol entre los sextetos Pindú (dirigido por Indalecio Rodríguez) y Santo Domingo (bajo su propia dirección), en 1930.
Pero no sólo hizo aporte en el voleibol. También, la juventud de esos años recibió su entusiasmo y tenacidad los conocimientos de Rivera en las disciplinas de baloncesto, atletismo y softbol.
Enrique Rivera, dedicado siempre a una amorosa labor dominicanista, reclamó con orgullo la designación de él como Capellán de la delegación de República Dominicana en los X Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en el año 1966, en San Juan, Puerto Rico.
Sus hijos, Hans e Iris, crecieron y desarrollaron en el país durante su estadía de 16 años en suelo dominicano, incluso, ambos llegaron a hacer deporte bajo sus miradas.
El reverendo fue electo para ingresar al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano durante el ceremonial efectuado en 1975, en calidad de propulsor.