Nació el 4 de noviembre de 1936 en Santo Domingo.

Las puertas del Pabellón de la Fama se abren de par en par al ofrecer la bienvenida a uno de los pioneros del olimpismo dominicano en la época inmediatamente posterior a la caída de la dictadura.

Carlos Lamarche Rey, maestro de la medicina igual que su ilustre progenitor que le precedió en su ingreso a la inmortalidad deportiva, forma parte de esa pléya de de enamorados del deporte puro a la que pertenecieron, entre
otros, próceres de la talla de Wiche García Saleta y Virgilio Travieso Soto.

Él fue uno de los principales difusores de la filosofía del Barón de Coubertain y en esa condición ocupó la vicepresidencia del COD desde 1970 hasta 1982, liderando numerosas delegaciones a Juegos Centroamericanos y del
Caribe, Panamericanos y Olímpicos.

Al lado de su profesión como médico cardiólogo, Lamarche Rey dedicó muchos de sus mejores años a la educación de nuestros atletas en lo que respecta al “fair play” y a la competencia libre de sustancias.

Fundador de la Federación de Medicina Deportiva, de la cual es miembro de honor, Lamarche Rey fue jefe del cuerpo médico en las delegaciones a los JCCA de 1966 en San Juan, Puerto Rico y a los Juegos Olímpicos de 1968 en Ciudad México.

Condecorado con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Comendador, Carlos igualmente recibió la Orden del Mérito por la Organización Panamericana (ODEPA) en reconocimiento a sus aportes a esa entidad de la cual fue uno de sus miembros de la comisión estatutaria.

Su fidelidad a los postulados de la no discriminación política, se revelan fielmente con su presencia como Jefe de Misión de nuestras embajadas a los Juegos de Moscú en 1980 y cuatro años más tarde a los Juegos de Los Ángeles en 1984, boicoteados ambos por efecto de la llamada “guerra fría”.

Miembro del Comité Permanente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano durante más de veinte años en los que prestó eminentes servicios y atildados apuntes históricos, Lamarche Rey ha sido un gran aliado de numerosas instituciones del deporte durante su largo ejercicio profesional.

Poseedor de vivencias de ayer y hoy en el deporte dominicano, su nombre siempre será asociado a las luchas por la construcción del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte así como a la adjudicación a nuestro país de las sedes de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1974 y 1986 así como los Panamericanos de 2003.