Carmen Dilia Santana Sánchez
Carmen Dilia Santana Sánchez abrazará la inmortalidad del deporte dominicano en el 43 ceremonial. Será la primera vez en la historia que dos jugadores de baloncesto son seleccionados para ingresar a la inmortalidad en un mismo ceremonial. Manifestó que la elección de Santana Sánchez la hizo la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD), cuyos miembros son responsables de seleccionar dos de los inmortales escogidos cada año.
En su época de atleta fue una sobresaliente jugadora de baloncesto que representó dignamente a República Dominicana en múltiples certámenes internacionales y nacionales. Carmen Dilia Santana reside desde hace décadas en Attleboro, Massachussets.
Nacida el 12 de marzo de 1951 en la frontera de Villa Francisca y San Carlos, la hija del petromacorisano Leopoldo Santana y la barahonera Enércida Sánchez se enroló en la práctica del deporte del aro y el balón siendo una adolescente de 17 años y no tardó en mostrar su talento actuando en el club de baloncesto de Universidad Autónoma de Santo Domingo, a partir de 1970 donde jugó hasta 1974.
Ya en 1971, después de que sus habilidades físicas y atléticas fueran pulidas por el también inmortal del baloncesto Faisal Abel, entró a formar parte de la selección nacional de mayores para representar a Quisqueya en justas internacionales hasta 1980, dos años antes de colgar la chaqueta.
Ganó dos lideratos de anotación, en 1973 y 1978, este último a nivel del baloncesto superior del Distrito Nacional jugando con el equipo Los Astros, con el cual debutó en el 75 y donde permaneció hasta su retiro.
En el 78 fue el año de su consagración como baloncestista en el superior distrital, al establecer un récord de 51 puntos en un partido contra Mauricio Báez, y finalizar la temporada con otra marca de 38.0 puntos encestados por encuentros.
En el plano internacional. A nivel se selección nacional Santana Sánchez fue pieza importante en una medalla de plata y dos de bronce que obtuvo la República Dominicana. Una de esas preseas (bronce) vino en 1974, en los Decimosegundos Juegos Deportivos, Centroamericanos y del Caribe celebrados en Santo Domingo, y en el evento fue la mejor anotadora del equipo dominicano. Condujo al país a la conquista de medalla de bronce en Centrobasket ’75 y dos años más tarde fue figura importantísima en la obtención del metal de plata logrado por la tropa quisqueyana en un certamen similar.