Miguel Ángel Peguero Lapaix -Ph-

Miguel A. Peguero hijo nació en Santo Domingo, República Dominicana, el 15 de julio de 1904, pero se radicó en San Pedro de Macorís desde temprana edad, donde siendo bien joven, era corresponsal del rotativo Listín Diario.

Peguero hijo se distinguió principalmente en la crónica deportiva, donde usaba el seudónimo de Ph. Su columna ‘Con los Spikes en Alto’, era una de las más leídas en la historia del periodismo deportivo dominicano.

Ph escribió un libro de poesía titulado ‘Un Ramo de Rosas’. También editó otro libro denominado ‘Con los Spikes en Alto’, una recopilación de artículos, comentarios y anécdotas de los anales deportivos, para guía e inspiración de nuestros deportistas.

En 1922, Peguero llamó, a través y siendo corresponsal del Listín Diario en San Pedro de Macorís, a los Tigres del Licey como el equipo ‘azul’, siendo la primera vez que se le denominaba así al club de béisbol profesional. En ese momento, el Licey vestía de amarillo y cambió de color desde ese momento.

Ya en la capital, el 9 de marzo de 1929, se juramentó como uno de los miembros de la primera directiva de la actual Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo (ACD).

Ph fue electo presidente de la ACD para el periodo 1937-38, época de la celebración de los ‘Juegos Olímpicos Dominicanos’ o ‘Primeros Juegos Deportivos Nacionales’, efectuados en agosto de ese año.

Al ser fundado el periódico ‘La Nación’, el 19 de febrero de 1940, ejerció la función de primer ‘Editor Deportivo’, de ese rotativo.

Peguero hijo fue el autor, para el periódico El Caribe, de la crónica del primer partido de beisbol invernal nocturno, el domingo 23 de octubre de 1955, entre Licey y Estrellas.

en el estadio Trujillo, hoy Quisqueya.

Laboró en los diarios La Opinión, La Nación, La Tribuna, El Caribe, la revista Ahora, y colaboró con el Listín Diario, siempre a través de su columna ‘Con los Spikes en Alto’.

Ph desempeñó diversos cargos públicos, incluyendo la función de vice-cónsul de la República Dominicana en New York y en el departamento jurídico del Banco Central.

Está calificado como el ‘Príncipe de la Crónica Deportiva Dominicana’, por su estilo ameno y divertido, que salpicaba de buen humor.

Tenía la particularidad de no asistir al estadio a presenciar los partidos, pero sus crónicas, escritos y críticas sobre el deporte en sentido general, repercutían en la sociedad deportiva de entonces.

En dos ocasiones resultó electo como ‘Cronista del Año’, en 1954 y 1964. En otra, en abril de 1964, ganó en Miami, Estados Unidos, el premio de la ‘Confraternidad Mundial’.

Ph era, a la hora de su muerte, el único cronista activo de una legión de hombres que consagraron parte de sus vidas a informar al país sobre las actividades deportivas.

Peguero hijo es miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, tras su exaltación en el ceremonial de 1990, como propulsor. Murió el 30 de diciembre de 1965, en Santo Domingo, y sepultado en el Cementerio Nacional de la Máximo Gómez.

 

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