WENDY SANTANA
Cuando todavía la halterofilia arrastraba el lastre de un deporte “poco común” para las damas, Wendy Santana se dejó llevar por la corriente que desde hacía algunos años cautivaba a toda una generación en San Pedro de Macorís.
Tenía apenas 14 años (1987) cuando bajo las orientaciones del entrenador Nicolás Reyes tomó sus primeras prácticas de levantamiento de pesas, sin imaginar que en poco tiempo se convertiría en una de las integrantes de un grupo especial, “la generación dorada”, que marcó un antes y un después en la rama femenina de ese deporte en República Dominicana.
La hija de los señores Amparo Santana y Domingo Guerrero, necesitó solo un año para mostrar sus cualidades innatas para este deporte, al obtener tres medallas de oro en su primera participación en un torneo nacional celebrado en Santo Domingo en 1988, compitiendo en la categoría de 48 kilogramos.
Wendy repetiría esa acción al año siguiente, 1989, en la Copa Santo Domingo. Y en 1990, como profeta en su tierra, arrasó con los tres oros de los 48 kilos en los Juegos Petromacorisanos, siendo declarada “Atleta más destacada” de esa competencia. Fue declarada “Reina” de los Juegos Nacionales de La Vega 1990, al coronarse triple campeona dorada de los 48 kilos.
Pronto comenzó a brillar también en el plano internacional, logrando tres preseas de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Maracaibo 1999, y ese mismo año, en el Campeonato Panamericano de Winnipeg, Canadá, obtuvo otra plata. También en 1999, participó en el Mundial de Atenas, Grecia, donde obtuvo un honroso duodécimo lugar.
Entre sus más de 20 medallas en su mayoría de oro y plata, en eventos internacionales oficiales destacan las dos de bronce que conquistó en los Centroamericanos y del Caribe de El Salvador 2002; plata y bronce en los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003.
A todos esos logros se suman muchos otros en torneos y campeonatos donde impuso su calidad. Tal fue el caso de la Copa Simón Bolívar del 2002, en Venezuela, donde ganó tres preseas de plata. Cargó con todo el oro en su categoría de la Copa Guatemala de 1995 y en la de 1997. En 1998 colgó en su pecho tres platas en el Festival de Halterofilia México. Los Juegos Natachi de 1996 y 2001, celebrados en Guatemala, le vieron bañarse en oro (triple campeona), como también lo hizo en el Campeonato de El Salvador de 1998.