SAN JUAN, PUERTO RICO-. La trayectoria de la leyenda del destacado jugador Rolando Sebelén, fue resaltada durante su exaltación al Pabellón de la Fama del Boliche, organizado por la Federación de Bolos de Puerto Rico, en solemne y emotivo acto, donde estuvieron presente lágrimas, emociones y anécdotas, de los atletas que alcanzaron el pódium.

Sebelén se inició en la práctica del boliche a la edad de 23 años, desde el primer momento dio muestra que iba a triunfal en éste difícil, pero elegante deporte.

Con esta instalación al trono de lo más alto para un deportista, alcanza su segunda inmortalidad en el boliche, la primera fue reconocido en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, donde tiene el honor del ser el primero y el único.

Además, ha sido galardonado con placas y trofeos, por la mayoría de los países donde ha participado, demostrando su dominio y gentileza con los jugadores.

Luego de recibir su banda de la inmortalidad en esta ciudad, Sebelén agradeció a los directivos de la Federación de Bolos de Puerto Rico, por tomarlo en cuenta y resalta sus méritos en los diferentes eventos donde fue selección nacional, alcanzando resonantes triunfos incluyendo una medalla de oro a nivel mundial en pareja, con Charlie Díaz, evento celebrado en Milwaukee, Estados Unidos, en 1971.

«Tengo grandes recuerdos de mi actuación en este país, en los eventos nacionales e internacionales, alcanzando medallas, incluyendo una de oro a nivel mundial y el primer jugador de tirar un 300 en la isla, en 1970», dijo.

Sebelén, estuvo acompañado de su familia, su esposa Pilar, sus hijos Pily, Rolly y Raffy, entre otras amistades.

En 1970, escribió su nombre con letras de oro, tiró el primer juego perfecto en Puerto Rico. Para el 1971, el salto fue grande, campeón de parejas en el mundial en Milwaukee junto a Charlie Diaz. Para jugar por primera vez en Dominicana, viajó a la apertura de Bolerama Naco en 1973, luego regresó al país en 1976. En el año 1995 inauguró el Sebelén Bowling Center.

El evento se llevó a cabo en el Centro Cultural Yolanda Guerra,  con una gran asistencia de jugadores y familiares de los exaltados.